La carne de pollo es una de las más económicas del mercado. Su sabor suave y jugoso permite una gran versatilidad para preparar distintos platillos.
El pollo aporta proteínas de muy buena calidad y de fácil digestión; también es rico en vitamina A, que es importante para favorecer el crecimiento de los niños, fortalecer su sistema inmunológico y protegerlos contra padecimientos infecciosos.
Selecciona los pollos más grandes, ya que su contenido de huesos en relación con los pollos más pequeños es el mismo, por lo tanto, obtendrás más carne por tu dinero si eliges los pollos de mayor tamaño.
De un pollo entero puedes utilizar las alas, patas y guacal para preparar sabrosos caldos o consomés. La pechuga, las piernas y los muslos son las partes adecuadas para preparar otros platillos
Fuente: http://revistadelconsumidor.gob.mx/?p=16437
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