Varios días antes de que comiencen las clases, los niños deben empezar a seguir un horario para acostarse y levantarse que refleje la rutina que llevarán durante la semana.
Si durante el receso escolar se acostumbraron a dormir hasta tarde en la noche y dormir durante el día, tienen que regresar al hábito de levantarse temprano en la mañana para ir a la escuela.
Cuando el problema de no dormir lo suficiente se ha hecho crónico, los resultados podrían ser: dificultad de aprendizaje, no pensar claramente, problemas en la toma de decisiones y en la solución de problemas.
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