Si no dispones de la clásica despensa, puedes guardar tus compras en un armario o alacena.
El tamaño de la despensa dependerá del tamaño de la casa y del numero de personas que vivan en ella.
Debe de tener una temperatura uniforme, seca y fresca con lo que debes colocarla lo más lejos posible del horno y de cualquier fuente de calor y si está cerca de una ventana o sitio aireado mucho mejor.
Debe de tener una temperatura uniforme, seca y fresca con lo que debes colocarla lo más lejos posible del horno y de cualquier fuente de calor y si está cerca de una ventana o sitio aireado mucho mejor.

Evita los recovecos y los materiales porosos que absorben el polvo y la grasa. Lo mejor es forrar las baldas con plásticos adhesivos que se limpian con un paño húmedo o poner pañitos de algodón que se lavan y planchan con facilidad.
Guarda los productos con un lógico orden. Pon en primer lugar los más antiguos y luego los de más uso, deja en la parte alta los que solo consumes de vez en cuando y en los inferiores y el suelo los que por peso cueste más mover como el aceite, las cervezas, la leche, las patatas etc ..
En una despensa ordenada cabe el doble y estiras mejor el final de mes al tener todo a la vista. Organízala una vez y luego solo hay que tener cuidado al guardar la compra de primeros de mes.
¡Intentalo!
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