Y para comer... ¡pollo al curry!

El otro día hicimos una versión de un arroz con pollo curry y hoy vamos a probar a hacer un pollo al curry de estilo tradicional y lo haremos muy sencillo, muy sencillo, lo que se dice una receta fácil, una receta casera que seguro que todos no tendréis ningún problema en realizar.  Apunta que empezamos.

Preparación

En una olla media, no demasiado profunda, pondremos a calentar mantequilla. Picaremos una cebolla y verteremos la mitad de la misma para pocharla con la mantequilla y una pizca de sal.

Añadiremos también la pimienta, el perejil y una cuchara sopera de curry hasta que quede toda la cebolla de ese amarillo tan característico del curry. Si queremos que quede picante, podemos echar también una guindilla cayena.

Antes de que se dore demasiado la cebolla, añadiremos un vaso de leche y subiremos un poco el fuego para que vaya espesando la mezcla. Lo dejaremos hacer mientras podemos ir preparando el pollo por otro lado.

En una sartén a parte con aceite, dejaremos que dore el resto de cebolla que hemos picado.

Trocearemos el pollo en pedazos no muy grandes y lo freiremos junto con la cebolla y un poco de pimienta y sal.

Cuando la salsa de curry tenga más o menos la densidad deseada (a lo mejor hemos añadido más leche según gusto), la pasaremos por la batidora para dejarla lo más fina posible. Si hace falta espesar un poco más, volveremos a ponerla a fuego bajo.

Vertemos el pollo en la olla de la salsa y mezclamos bien.

Podemos añadirle un poco de pimienta o perejil a la hora de emplatar y ya veréis lo bueno que está. ¡De chuparse los dedos! Podéis acompañarlo con un arroz basmati que queda muy suelto y es muy fácil de hacer.

¡A disfrutar!