Trabaja en tu bronceado antes de las vacaciones.

Cuando pensamos en vacaciones, generalmente lo primero que tenemos en mente es diversión y descanso, mucho mejor si es tirados en la arena bajo el sol. La sensación de la brisa del mar y una bebida refrescante es atractiva para cualquiera.

Un buen bronceado dará testimonio de nuestro break de las actividades diarias, no obstante, llegar a las vacaciones directo a broncearte puede no ser muy sano, además de que quizás no consigas el efecto que realmente buscas. Quemaduras, enfermedades, manchas o un bronceado disparejo pueden ser el resultado de una mala exposición al sol. Lo ideal es anticiparse y preparar al cuerpo para la radiación que recibirá en los próximos días.

La piel no se nutre sólo desde fuera con cremas y otros ungüentos, sino que la alimentación es fundamental para conseguir un aspecto dorado y saludable, de esta manera evitaremos la aparición de todo tipo de problemas cutáneos, sobre todo en los meses de verano en los que tomamos el sol con más regularidad.

Los alimentos más comunes que favorecer a la piel en su proceso de pigmentación son la zanahoria, perejil, papaya, espinacas, mango y brócoli, ya que contienen altas cantidades de un nutriente esencial llamado betacaroteno, el cual es transformado posteriormente en la famosa vitamina A, que a su vez se transforma en retinol encargado de dar color a nuestra piel y protegerla de la acción de los rayos ultravioleta. Se podría denomina a la zanahoria como la hortaliza estrella del verano, ya que además actúa como antioxidante y contiene un 90% de agua que colabora con la hidratación del organismo.

La vitamina C destaca, entre otras, por su función en la síntesis del colágeno, un componente fundamental de los tejidos dérmicos que hace que nuestra piel se mantenga joven por más tempo. Por ello es necesario comer cítricos, guayaba, jitomate, kiwi y otros alimentos ricos en esta vitamina.


El Omega3 es otro componente que conservará la piel hidratada durante más tiempo, ya que brinda ácidos grasos esenciales para que la piel mantenga la humedad necesaria. El pescado y los frutos secos son una buena fuente de Omega3. Además los líquidos deben formar parte de nuestra alimentación, ya que en verano tendremos que aumentar la ingesta de agua hasta los tres litros.

Los alimentos pueden proteger la piel de las radiaciones solares y evitar que la salud resulte perjudicada. Por supuesto la ayuda de productos para el cuidado de la piel, como bronceadores y cremas con filtros solares nunca está de sobra. Con esto se busca estimular la producción de melanina y conseguir un color natural sin corren ningún riesgo. Es recomendable que comiences esta dieta de nutrientes semanas antes de tus vacaciones para obtener un mejor resultado.

Por: sportsworld.com.mx